La periodontitis es una de las principales enfermedades que puede afectar a las encías de una persona. Se define como una inflamación e infección de los ligamentos y los huesos que soportan los dientes.
La periodontitis se deriva de la falta de tratamiento a tiempo de la gingivitis. Cuando esto ocurre la infección se extiende desde las encías a los ligamentos y el hueso del diente que se debilitan y hacen que la pieza dental, al no tener suficiente sujeción, se caiga. De hecho es la principal causa de pérdida de dientes entre las personas adultas.
Los síntomas de la periodontitis incluyen el mal aliento, las encías rojas y de aspecto brillante que además sangran fácilmente y los dientes flojos. Cuando nos visite el odontólogo podrá apreciar en las radiografías la disminución del hueso de soporte y placa debajo de las encías.
El especialista tendrá como objetivo reducir la inflamación eliminando las bolsas de placa que puedan haber. Además debe corregirse cualquier desgaste que exista en los dientes o en los aparatos dentales. También resulta muy recomendable hacer una limpieza bucal profesional que deberá repetirse una o dos veces al año. En ocasiones puede ser necesario recurrir a cirugía para limpiar la boca de infecciones.
Si no se mantiene una higiene escrupulosa de la boca pueden aparecer complicaciones como infecciones del tejido blando y de los huesos de la mandíbula, abcesos dentales, pérdida de piezas o movimiento de algunos dientes. De todos modos el mejor tratamiento es la prevención, que consiste a parte de en la higiene en el tratamiento rápido de posibles casos de gingivitis.